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De acuerdo al reporte de Our Wordl in Data, hasta esta jornada el 29.2% de la población boliviana fue vacunada con la pauta completa de la vacuna y un 36.8% tiene al menos una de las dosis. Aunque desde el gobierno se manejan y difunden cifras más altas.

Hace unas horas, el ministro de Salud, Jeyson Auza, anunció  de la disposición de 800.000 vacunas AstraZeneca para inmunizar con una dosis de refuerzo a la población de mayor riesgo. Ante esto, un experto enfatiza en la necesidad de fortalecer la vacunación masiva en el país.

“Una tercera dosis es algo positivo y todos la vamos a necesitar, pero es contradictorio detemrinar este refuerzo en un país donde los noveles de vacunación aún son bastante bajos”, afirmó en entrevista con ANF, Iván Rodrigo Castedo, médico infectólogo y  docente universitario. 

El gobierno aseguró que desde hoy se disponen de 800.000 dosis en el país para ser utilizadas  en personas mayores de 60 años y con enfermedades de base que ya recibieron sus dos primeras  vacunas contra el Covid-19.

Sin embargo y pese a ser una decisión acertada, Castedo afirma que la prioridad en Bolivia es generar medidas para que la población se vacune de manera masiva con ambas dosis.

De acuerdo al reporte de Our Wordl in Data, hasta esta jornada  el 29.2% de la población boliviana fue vacunada con la pauta completa de la vacuna y un 36.8%  tiene al menos una de las dosis. Aunque desde el gobierno se manejan y difunden cifras más altas.
“Es importante que la vacunación alcance mayores porcentajes que esos para pensar en una tercera dosis. Por eso hay que implementar medidas más certeras para subir las cifras y tener un mayor universo de vacunados completos”, agregó el experto y ex asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Es así que Castedo recomienda implementar medidas más rígidas para que la población opte por la vacunación, dada la prevalencia de variantes del Covid-19 que han puesto en alerta sistemas de salud de otros países donde tienen bajos niveles de personas vacunadas.

“La prioridad también seria seleccionar bien los grupos que van a recibir esa dosis de refuerzo. Por ejemplo, entre ellos deberían estar quienes recibieron la vacuna Johnson & Johnson, ya que  su efectividad no es la ideal y se lo ha demostrados. Por eso se requiere una dosis de refuerzo para tener una buena protección”, dijo el experto.

Hoy, desde la OMS se recomendó que pacientes de determinados grupos en riesgo reciban una tercera dosis adicional de vacuna contra el Covid-19, pese a que el organismo pidió  en agosto mantenerse aún a la espera de esa decisión. 

La nueva recomendación se aplica para todas las vacunas y con prioridad para los mayores de 60 años. “Todas las evidencias indican que se necesita una tercera dosis de las mismas vacunas o de sus homólogas”, dijo Alejandro Cravioto, presidente del Grupo Asesor Estratégico de Expertos de la OMS. Fuente: ANF

 

Las nuevas realidades del teletrabajo, el desempleo temporal, la enseñanza en casa y la falta de contacto físico con familiares, amigos y colegas requieren tiempo para acostumbrarse. Adaptarnos a estos cambios en los hábitos de vida y enfrentarnos al temor de contraer la COVID-19 y a la preocupación por las personas próximas más vulnerables es difícil, y puede resultar especialmente duro para las personas con trastornos de salud mental.

Afortunadamente, son muchas las cosas que podemos hacer para cuidar nuestra salud mental y ayudar a otras personas que pueden necesitar más apoyo y atención.

Confiamos en que los siguientes consejos y recomendaciones le resulten útiles.

  • Manténgase informado. Escuche los consejos y recomendaciones de las autoridades nacionales y locales. Recurra a fuentes informativas fiables, como la televisión y la radio locales y nacionales, y manténgase al día de las últimas noticias de la Organización Mundial de la Salud (@WHO) en las redes sociales.
  • Siga una rutina. Conserve sus rutinas diarias en la medida de lo posible o establezca nuevas rutinas. 
    • Levántese y acuéstese todos los días a una hora similar.
    • No descuide su higiene personal.
    • Tome comidas saludables en horarios fijos.
    • Haga ejercicio de forma habitual.
    • Establezca horarios para trabajar y para descansar.
    • Reserve tiempo para hacer cosas que le gusten.


  • Reduzca la exposición a noticias. Intente limitar la frecuencia con la que ve, lee o escucha noticias que le causen preocupación o tensión. Infórmese de las últimas noticias a una hora determinada, una o dos veces al día en caso necesario. 
  • El contacto social es importante. Si sus movimientos se encuentran restringidos, mantenga un contacto regular con las personas próximas por teléfono o internet.
  • Evite el alcohol y las drogas. Limite el consumo de bebidas alcohólicas o evítelas por completo. No empiece a consumir alcohol si nunca lo había hecho. Evite utilizar el alcohol y las drogas para enfrentarse al miedo, la ansiedad, el aburrimiento o el aislamiento social.  No existe ningún dato que demuestre que el consumo de alcohol proteja contra las infecciones víricas o de otro tipo. De hecho, sucede lo contrario, ya que el abuso del alcohol está asociado a un mayor riesgo de infecciones y a un peor resultado del tratamiento.  Además, debe ser consciente de que el consumo de alcohol y drogas puede impedirle tomar las precauciones adecuadas para protegerse contra la infección, como una correcta higiene de manos.
  • Controle el tiempo de pantalla. Sea consciente del tiempo que pasa cada día delante de una pantalla. Asegúrese de descansar cada cierto tiempo de las actividades de pantalla.
  • No abuse de los videojuegos. Aunque los videojuegos pueden ser una forma de relajarse, cuando se está en casa mucho tiempo se puede caer en la tentación dedicarles mucho más tiempo del habitual. Asegúrese de mantener un equilibrio adecuado con las actividades sin dispositivos electrónicos.
  • Utilice adecuadamente las redes sociales. Emplee sus cuentas en redes sociales para promover mensajes positivos y esperanzadores. Corrija cualquier información errónea que vea.
  • Ayude a los demás. Si puede, ofrézcase a ayudar a otros miembros de la comunidad que lo necesiten, por ejemplo para hacerles la compra.
  • Apoye a los profesionales sanitarios. Exprese en las redes sociales o en su comunidad su agradecimiento a los profesionales sanitarios de su país y a todas las personas que trabajan para responder a la COVID-19. 

No discrimine

El miedo es una reacción normal en situaciones de incertidumbre. Pero, a veces, este miedo se expresa de un modo que resulta hiriente para otras personas. Recuerde: 

  • Sea amable. No discrimine a las personas por miedo a la propagación de la COVID-19.
  • No discrimine a las personas que crea que puedan estar infectadas por el coronavirus.
  • No discrimine a los profesionales sanitarios. Los trabajadores de la salud merecen nuestro respeto y gratitud.
  • La COVID-19 ha afectado a personas de muchos países, por lo que no se la debe asociar a un grupo humano concreto.

Si es usted madre o padre

En momentos de estrés es normal que los niños requieran más atención.

¿Qué puede usted hacer?

  • Mantenga las rutinas familiares siempre que sea posible o cree nuevas rutinas, especialmente si deben ustedes permanecer en casa.
  • Comente el nuevo coronavirus con sus hijos e hijas de forma sincera y utilizando un lenguaje adecuado para su edad.
  • Ayúdeles con el aprendizaje en casa y asegúrese de que tengan tiempo para jugar.
  • Ayúdeles a encontrar formas positivas de expresar sentimientos como el miedo y la tristeza. A veces puede ser útil hacerlo mediante una actividad creativa como jugar o pintar.
  • Ayude a los niños a mantenerse en contacto con sus amigos y familiares por teléfono y por internet.
  • Asegúrese de que sus hijos e hijas no pasen todo el día delante de la pantalla y realice con ellos otro tipo de actividades como preparar un pastel, cantar y bailar, o jugar en el patio o jardín si dispone de ellos.
  • Intente que sus hijos e hijas no dediquen más tiempo del habitual a los videojuegos.

Si es usted una persona mayor

  • Mantenga un contacto regular con sus seres queridos, por ejemplo por teléfono, correo electrónico, redes sociales o videoconferencia.
  • En la medida de lo posible, siga rutinas y horarios fijos para comer, dormir y practicar actividades que le gusten.
  • Aprenda ejercicios físicos sencillos para realizar en casa durante la cuarentena a fin de mantener la movilidad.
  • Averigüe cómo obtener ayuda práctica en caso necesario; por ejemplo, cómo llamar un taxi, hacer un pedido de comida o solicitar atención médica. Asegúrese de disponer de reservas de sus medicamentos habituales para un mes o más. En caso necesario, pida ayuda a familiares, amigos o vecinos.

Si padece usted un trastorno de salud mental

Si recibe tratamiento por un trastorno de salud mental, es imprescindible que continúe tomando su medicación según las instrucciones y que se asegure de poder reabastecerse de medicamentos. Si acude periódicamente a un especialista en salud mental, averigüe cómo seguir recibiendo su ayuda durante la pandemia.

Manténgase en contacto con sus seres queridos y sepa a quién puede pedir ayuda si su salud mental empeora.

Si recibe tratamiento por un trastorno relacionado con el consumo de alcohol o drogas, tenga en cuenta que el brote de COVID-19 puede fomentar los sentimientos de miedo, ansiedad y aislamiento, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de recaída, abuso de sustancias, abandono del tratamiento o incumplimiento de las pautas de tratamiento. No deje de tomar la medicación prescrita, especialmente en el caso de los opiáceos como la metadona o la buprenorfina, y asegúrese de poder obtener regularmente su medicación. Si recibe asistencia de un psicólogo o un grupo de apoyo, averigüe cómo mantener esa asistencia durante la pandemia.

Si recibe tratamiento por un trastorno relacionado con los videojuegos o los juegos de azar, continúe su tratamiento siempre que sea posible. Consulte a su terapeuta o profesional sanitario el mejor modo de mantener el tratamiento durante el confinamiento domiciliario. OMS

 

La pandemia de COVID-19 hace que muchos de nosotros permanezcamos en casa y estemos sentados mucho más tiempo del habitual. A muchos nos resulta difícil seguir practicando la actividad física acostumbrada. La situación es aún más dura para quienes no suelen hacer demasiado ejercicio.

Sin embargo, en un momento como este es muy importante que las personas de cualquier edad y capacidad física se mantengan lo más activas posible. La campaña #BeActive («Sé activo») de la OMS pretende ayudarle a conseguirlo y, al mismo tiempo, pasar un rato agradable.

Recuerde que un simple descanso breve en el que abandone la posición sentada para hacer 3-4 minutos de actividad física ligera —como caminar o realizar estiramientos—  ayuda a relajar los músculos y mejorar la circulación sanguínea y la actividad muscular.

El ejercicio físico regular es beneficioso para el cuerpo y la mente. Puede reducir la hipertensión, ayudar a controlar el peso y disminuir el riesgo de enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2 y distintas formas de cáncer, enfermedades todas ellas que pueden aumentar la vulnerabilidad a la COVID-19.

El ejercicio también fortalece los huesos y músculos y aumenta el equilibrio, la flexibilidad y la forma física. En las personas mayores, las actividades que mejoran el equilibrio ayudan a prevenir caídas y traumatismos.

La actividad física regular puede ayudar a establecer rutinas cotidianas y ser un modo de mantenerse en contacto con la familia y los amigos. También es buena para nuestra salud mental, ya que reduce el riesgo de depresión y deterioro cognitivo, retrasa la aparición de la demencia y mejora nuestro estado de ánimo general.

¿Cuánta actividad física se recomienda para las personas de su edad?

Para mejorar la salud y el bienestar, la OMS recomienda los siguientes niveles de actividad física en función de la edad:

Bebés menores de 1 año

• Todos los bebés deben realizar ejercicio varias veces al día.

• En el caso de los bebés que aún no sean capaces de desplazarse por sí solos, esto implica permanecer tumbados boca abajo al menos 30 minutos (repartidos a lo largo del día, y siempre mientras estén despiertos).

Niños menores de 5 años

• Todos los niños pequeños deben realizar actividades físicas de cualquier nivel de intensidad durante al menos 180 minutos al día.

• Los niños de 3 a 4 años deben dedicar al menos 60 minutos de ese tiempo a actividades de intensidad moderada o alta.

Niños y adolescentes de 5 a 17 años

• Todos los niños y adolescentes deben practicar una actividad física de intensidad moderada o alta durante un mínimo de 60 minutos diarios.

• Al menos 3 días por semana, esto debe incluir actividades que fortalezcan los músculos y huesos.

• Hacer ejercicio durante más de 60 minutos diarios aporta beneficios adicionales para la salud.

Adultos mayores de 18 años

• Todos los adultos deben realizar al menos 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada, o al menos 75 minutos semanales de ejercicio de alta intensidad.

• Para obtener beneficios adicionales para la salud, los adultos deben incrementar el tiempo de ejercicio hasta 300 minutos semanales de actividad física moderada o su equivalente.

• Para mejorar y mantener la salud del aparato locomotor, se deben realizar 2 o más días por semana actividades que fortalezcan los principales grupos musculares.

• Además, las personas mayores con problemas de movilidad deben realizar ejercicios para mejorar el equilibrio y prevenir las caídas 3 o más días a la semana. OMS

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) llegaron a un acuerdo hoy en Nairobi, Kenya, que servirá para acelerar la adopción de medidas destinadas a combatir la contaminación medioambiental.

Esta nueva alianza busca impulsar una serie de medidas conjuntas destinadas a luchar contra el cambio climático, la contaminación atmosférica, la resistencia a los antimicrobianos y mejorar la coordinación para la gestión de residuos y productos químicos y la calidad del agua.

La nueva colaboración crea un marco más estructurado para la investigación conjunta, el desarrollo de herramientas y guías, la promoción de actividades, la supervisión de los Objetivos de Desarrollo sostenible y el apoyo a los foros regionales de salud y medio ambiente.

Los dos organismos crearán un programa de trabajo conjunto y celebrarán una reunión anual de alto nivel para evaluar los progresos realizados y presentarán recomendaciones para proseguir la colaboración.

El pacto representa el acuerdo conjunto más importante en el ámbito de cuestiones medioambientales y sanitarias en más de 15 años. news.un.org

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